Bullying - Situaciones del maltrato

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martes, 13 de octubre de 2009

Ninos Con Problemas al Dormir

(Revisado 7/2004)

Muchos niños tienen problemas mientras duermen. Algunos ejemplos incluyen:
Despertarse frecuentemente durante la noche.
Hablar mientras duermen.
Dificultad en dormirse.
Despertarse llorando.
Tener sueño durante el día.
Tener pesadillas
Orinarse en la cama.
Rechinar o apretar los dientes.

Despertarse temprano. Muchos de los problemas que los niños tienen mientras duermen están relacionados con hábitos irregulares de dormir o con la ansiedad de irse a la cama y quedarse dormidos. Los desórdenes persistentes al dormir pueden ser también síntomas de dificultades emocionales. La "ansiedad por la separación" forma parte de una etapa crucial en el desarrollo infantil. Para todos los niños pequeños, la hora de acostarse es la hora de la separación. Algunos niños hacen todo lo posible por evitar la separación a la hora de acostarse. Sin embargo, para ayudar a minimizar estos tipos comunes de problemas al dormir, los padres deben establecer rutinas consistentes y regular la hora de acostarse y las rutinas de dormir para los niños. Los padres encuentran a menudo que el bebé se duerme si lo mecen o si recibe alimento. Sin embargo, a medida que crece, los padres deben alentarlo para que se duerma sin mecerlo y sin alimentarlo. Si no, al niño le va a dar mucho trabajo poder dormirse solo.

Las pesadillas son relativamente comunes durante la infancia. El niño se acuerda de las pesadillas, las cuales generalmente conllevan fuertes amenazas a su bienestar. Las pesadillas, que comienzan a distintas edades, afectan a las niñas con mayor frecuencia que a los niños. Para algunos niños/niñas, las pesadillas son serias, frecuentes e interfieren con el descanso al dormir.

Los terrores al dormir (terrores nocturnos), el sonambulismo y el hablar dormido constituyen un grupo relativamente raro de desórdenes del dormir llamado "parasomnias". Los terrores nocturnos son diferentes de las pesadillas. El niño con terrores nocturnos gritará incontrolablemente y parecerá estar despierto, pero está confundido y no se podrá comunicar. Los terrores nocturnos corrientemente aparecen entre los 4 y los 12 años. Los niños sonámbulos parecen estar despiertos mientras caminan por la casa, pero están en realidad dormidos y en peligro de hacerse daño. El sonambulismo generalmente comienza entre los 6 y los 12 años. Tanto los terrores nocturnos como el sonambulismo son comunes en algunas familias y afectan a los niños más que a las niñas. Con frecuencia, los niños con estos desórdenes del dormir tienen un solo episodio o tal vez episodios esporádicos de estos desórdenes. Sin embargo, cuando estos episodios ocurren varias veces por noche, o todas las noches por varias semanas, o interfieren con el comportamiento del niño durante el día, el tratamiento por un siquiatra de niños y adolescentes puede ser necesario. Hay una gama de tratamientos disponibles.La inversión de los períodos en que se está dormido o despierto puede ocurrir en algunos adolescentes causando problemas con la vida cotidiana. El sueño puede ser también perturbado por los desórdenes del humor, PTSD, el abuso de substancias, el ADHD y la ansiedad.

Afortunadamente, a medida que madura, el niño generalmente supera los problemas comunes del dormir así como los desórdenes más severos (parasomnias). Sin embargo, si los padres creen que el problema es urgente, deben de consultar al pediatra del niño o llamar directamente a un siquiatra de niños y adolescentes.

FUENTE:
http://www.aacap.org/

Recomendaciones:

Evitar entrar al cuarto del niño durante la noche. De lo contrario, el niño puede llegar a depender de la atención y desvelarse si se le priva de ésta.
Evitar enviar al niño a la cama como castigo, lo cual le puede producir temor y llevarlo a no dormir bien.
Para los niños que tienen dificultad para quedarse dormidos, asegurarse de que no se estén distrayendo con ruidos innecesarios. Dejar un radio encendido con música suave puede ayudar a encubrir los ruidos inquietantes.
Nunca darle a un niño un somnífero sin preguntarle primero al médico. Generalmente, no es una buena idea tratar el problema con medicamentos.

Fuente:
http://www.nlm.nih.gov

Problemas a la Hora de Ir a dormir!!!

PROBLEMAS AL ACOSTARSE
El niño, en cuestión, muestra resistencia a acostarse por diferentes motivos (miedo a la oscuridad, miedo a no despertarse, por sentir inseguridad cuando está solo, por preferir la compañía y la atención de los padres,...), siempre recurriendo a excusas y/o a conductas manipuladoras. Mientras el niño va consiguiendo alargar el momento, va consiguiendo dosis suplementarias de atención y retrasando la angustia que le produce la separación.
Es conveniente e idóneo atajar este problema antes de que se produzca, y la forma de hacerlo es no transigir en el momento de ir a la cama.

Si esto ya se ha convertido en un problema habrá que establecer todo un plan:
- decidir y señalar en qué momento preciso el niño debe acostarse.
- establecer, en los momentos previos al acostarse, rituales que den seguridad al niño (es decir, hacer cosas que vayamos repitiendo cada día y que le vayan mentalizando de que se acerca la hora de dormir: leer un cuento, coger su muñeco preferido,...) pero sabiendo cómo poner punto y final y no dejar que también se alarguen incansablemente.
- procurar evitar actividades o juegos demasiado excitantes y activos en los momentos previos de acostarse.
- y, en ocasiones, sería conveniente ofrecer alguna pequeña recompensa al niño por haber cooperado en el momento de acostarse.

http://www.psicologoinfantil.com/

Conducta Agresiva en la Infancia

Las primeras conductas consideradas realmente como agresivas aparecen entre el 2º y 3er año de vida cuando se siente frustrado por no ver cumplidos sus deseos; entonces, el niño araña, muerde, pega,...
Antes de esta edad, lo que muestra el niño es rabia, mediante pataletas y gritos.
Es a partir de los 4 años, cuando esta agresividad pasa a ser expresada verbalmente.
Esto ocurre en el desarrollo normal de todo niño. Lo que sucede es que algunos continúan mostrándose agresivos, y esto sí que se convierte en una conducta problemática. El grado de agresividad, la edad de aparición, así como su permanencia en el tiempo hará determinar la intervención de un psicólogo infantil que abarque el problema desde su globalidad.
Generalmente, tras este comportamiento hay una baja autoestima, un ser que lucha por autoafirmarse y/o la expresión de un exceso de tensión o angustia que no encuentra otra vía de escape. Para unos, la agresión es una forma de dominar al grupo y para otros es imitar lo que han visto o vivido en casa,...
Para lograr algún cambio en dicho comportamiento, habrá que incidir directamente sobre las causas que lo originan, además de educarle en el control de sí mismo.
Al hablar de agresividad nos referimos tanto a la agresividad física como a la verbal, y tanto a la autoagresividad como a la agresividad contra los demás. Tanto el comportamiento autodestructivo como el de agresividad contra los demás pueden llegar a resultar muy peligrosos; de ahí, que no deben ignorarse, ni se puede esperar a que se resuelvan por sí solos.

AGRESIVIDAD CONTRA LOS DEMAS
Cuando un niño se muestra una conducta agresiva contra los demás, se le apartará del grupo, provocando en él una reflexión, sin reñirle ni culparle, y haciendo que continúe su juego sólo hasta que decida volver a integrarse al grupo con otra actitud más adecuada.
Encontramos en este grupo también a los niños que:
- juegan continuamente con fuego
- dañan a los animales .
Son casos que requieren una rápida intervención, pues están poniendo en peligro su propia vida y la de los demás.

AUTOAGRESIVIDAD (Suicidio, Autolesionarse,...)
- El suicidio es algo poco frecuente en niños menores de 10 años; lo es más en las edades cercanas a la adolescencia.
Signos preocupantes son:
- el mostrarse "especialmente triste"
- perder interés por las cosas que le rodean
- perder el apetito
- alteraciones del sueño (en exceso o en defecto)
- decir cosas negativas sobre sí mismo
- .....
Estos datos deben alertarnos, y hacen necesario buscar las causas (hablando con el propio niño).
La mayoría de los casos requerirán un trabajo más profundo por parte de un especialista infantil, e intervenir de forma rápida mediante un tratamiento.

FUENTE:
http://www.psicologoinfantil.com